miércoles, 12 de febrero de 2020

El cielo de la tierra





No pasa nada, amor
por no comprender aislado en la rutina adictiva
pero nadie llegará a tu corazón

No pasa nada porque el amor muera en una emoción de presente sin arraigo
porque nadie sea realmente especial (aunque lo sea)
pero perderás esta alegría presente
y la oportunidad del regalo que se otorga
a los primeros inocentes

No pasa nada
porque la libertad sea un baúl sin espacio
guardado y polvoriento
pero vas a perder la libertad que retienes

No pasa nada por no recordar el amor
seguramente
no te va a pasar nada
pero no habrás vivido de veras lo que has vivido
y será pasto del olvido la visión amada
en los centros de tu cuerpo cálido

No pasa nada
pero morirías de vida, como yo morí
y nunca entenderías el sentido del arte
pues lo prosaico nos traga hacia una tierra seca
y sin cielo

Ahora vivo
habiendo comprendido la muerte
fue necesario y justo aprender
Vendrán los amigos a la mesa
los enemigos querrán beneficiarse
-les importa convenientemente la felicidad-
y tú nunca habrás existido

¿Crees que quería un destino así para nosotros?
Dos seres hermanados por el agua
dos seres capaces y hermosos hasta morir de felicidad...

Vivamos y amemos, Lesbia*
La tierra sin amplitud es un castigo
la tierra se lo lleva todo en una simple o tonta acción
la tierra, amor, no te dio tu cielo
ni tu cielo te dio tregua
para habitar tu verdadero hogar

Lloremos, amor, lloremos, por lo que vivía sano y se fue al suelo seco
sin sueño
sin vida
sin el alma que lo forma y lo protege
del mal

Vivamos esta transformación como un mensaje secreto y misterioso
sin fin y sin principio

Que lo grite y oiga el mundo







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* Alusión a un poema de Baudelaire. Nombre dado a una de las amantes de Catulo.





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