Llamo a mi amor aquí
pero él juega con los montes, con los ríos, las llanuras de Castilla
y los campos de maíz
Con los compañeros y especialmente con él
y yo le llamo, le llamo
aunque el niño no recuerda volver a casa
¿Qué otro modo que contemplar cuanto se me encomendó?
Lo sagrado y lo roto son lo mismo
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