Feliz como una puerta mágica
en el silencio de la noche
no sin sus ojos
luchando
por y desde el deseo
Querer
pertenecer
pertenecer
en este puente
Dos soledades acompañadas se encuentran
mediando la muy experta incomprensión
De la pasión la tara impetuosa
armonía:
armonía:
dos manos que no pueden sino darse la mano
¡Yo es yo!
y alegrará cantando su altitud permanente
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