Brindemos pues ahora por lo que tú no sabes:
Cuando yo me quedaba en casa
cuando bien vacilaba de indiferencia
cuando la tensión podía cortarse
y desde el más absoluto principio...
Quiero que sepas algún día
que no te dije tanto
y que mi corazón no fluyó loco y libre
tal vez por la emoción que llevó siempre hasta la lágrima
y las más estruendosas palpitaciones
Quiero
que al menos sepas que la apariencia de capa caída
jamás ha sido real en absoluto
Quiero que sepas
que así disimulaba por que tú te decidieras
y por miedo a estallar
a que este mundo no tuviera límite
-porque no existe el límite y... ¿lo sabes?-
que el imposible era, sin más
temido y deseado
que te has perdido El Sol
que sobraron los muros y faltaron montañas
y si tan solo hubiera habido una montaña...
Quiero que sepas que sí; que sí existía:
siempre te puse a prueba
Después de todo es imposible
¡porque aún faltó locura en la locura!
Brindemos pues ahora por aquello que sabrás algún día:
tú quédate con todos esos idiotas
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