Dejo aquí un resumen y comentario personal que he hecho de un capítulo de un libro magnífico, abajo lo tenéis para descargar.
No tengo palabras acerca de la esperanza y posibilidades de interés que me ha dado ver socialmente desde esta perspectiva.
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RACIONALIDAD Y EMOCIÓN
Aún vivimos en una separación de lo racional y lo emocional.
Cuando lo ideológico es puesto en entredicho aparecen controversias por la base en los fundamentos de nuestro pensar.
Esto puede vivirse como una amenaza existencial, se ve en el discurso de otra persona la disolución de la propia coherencia de pensamiento.
Lo sistemas argumentativos defienden o justifican nuestras acciones.
Conversar es con mucho una coordinación de acciones consensuales.
EVOLUCIÓN Y COMPETENCIA
La victoria es un fenómeno cultural que se constituye en la derrota del otro. La competencia se gana cuando el otro fracasa frente a uno, y se constituye cuando el que eso ocurra es culturalmente deseable. En el ámbito biológico no humano ese fenómeno no se da. La historia evolutiva de los seres vivos no involucra competencia.
EMOCIONES
El amor es la emoción que constituye el dominio de acciones en que nuestras interacciones recurrentes con otro hacen al otro un legítimo otro en la convivencia.
no es la razón lo que nos lleva a la acción sino la emoción. Cada vez que afirmamos tener una dificultad en el hacer, de hecho tenemos una dificultad en el querer que queda oculta por la argumentación sobre el hacer.
FUNDAMENTO EMOCIONAL EN LO SOCIAL
La emoción fundamental que hace posible la historia de hominización es el amor.
El amor es constitutivo de la vida humana pero no es nada especial. El amor es el fundamento de lo social pero no toda convivencia es social. Sin aceptación del otro en la convivencia no hay fenómeno social.
El amor es la emoción central en la historia evolutiva humana desde su inicio, y toda ella se da como una historia en la que la conservación de un modo de vida en el que el amor, la aceptación del otro como un legítimo otro en la convivencia, es una condición necesaria para el desarrollo físico, conductual, psíquico, social y espiritual normal del niño, así como para la conservación de la salud física, conductual, psíquica, social y espiritual del adulto.
En un sentido estricto, los seres humanos nos originamos en el amor y somos dependientes de él. En la vida humana, la mayor parte del sufrimiento viene de la negación del amor: los seres humanos somos hijos del amor.
Comunidades humanas fundadas en otras emociones distintas del amor estarán constituidas en otros dominios de acciones, que no serán el de la colaboración y el compartir, y no serán comunidades sociales.
BIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN
Los seres vivos somos sistemas determinados en nuestra estructura. Esto quiere decir que somos sistemas tales que, cuando algo externo incide sobre nosotros, lo que nos pasa depende de nosotros, de nuestra estructura en ese momento, y no de lo externo…
El lenguaje como fenómeno no tiene lugar en la cabeza, ni consiste en un conjunto de reglas, sino que tiene lugar en el espacio de relaciones y pertenece al ámbito de las coordinaciones de acción como un modo de fluir en ellas.
El presente del organismo surge en cada instante como una transformación del presente del organismo en ese instante. El futuro de un organismo nunca está determinado en su origen.
¿QUÉ ES EDUCAR?
En la infancia, el niño vive el mundo en que se funda su posibilidad de convertirse en un ser capaz de aceptar y respetar al otro desde la aceptación y respeto de sí mismo. En la juventud, se prueba la validez de ese mundo de convivencia en la aceptación y respeto por el otro desde la aceptación y respeto por sí mismo en el comienzo de una vida adulta social e individualmente responsable.
Sin aceptación y respeto por sí mismo uno no puede aceptar y respetar al otro, y sin aceptar al otro como un legítimo otro en la convivencia, no hay fenómeno social.
Más aún, el niño que no se acepta y respeta a sí mismo no tiene espacio de reflexión porque está en la continua negación de sí y en la búsqueda ansiosa de lo que no es ni puede ser.
El amor no es un sentimiento, es un dominio de acciones en las cuales el otro es constituido como un legítimo otro en la convivencia.
¿Para qué educar? Para recuperar esa armonía fundamental que no destruye, que no explota, que no abusa, que no pretende dominar el mundo natural, sino que quiere conocerlo en la aceptación y respeto para que el bienestar humano se dé en el bienestar de la naturaleza en que se vive. Para esto hay que aprender a mirar y escuchar sin miedo a dejar ser al otro en armonía, sin sometimiento.
El progreso no está en la continua complicación o cambio tecnológico sino en el entendimiento del mundo natural que permite recuperar la armonía y belleza de la existencia en él desde su conocimiento y respeto. Pero para ver el mundo natural y aceptarlo sin pretender dominarlo ni negarlo, debemos aprender a aceptarnos y respetarnos a nosotros mismos como individuos
COMENTARIO
Para empezar, me atrae el tema de la negación del otro para hablar de la identidad. Para mí la identidad no se construye en oposición a un otro que no soy yo sino que coexiste desde lo afirmativo, en algún aspecto el otro soy también yo y viceversa. Estamos muy acostumbrados a vivir desde negar aspectos de nosotros en los demás y tenemos ese tipo de creencias de base, además desde cómo está construido el lenguaje mismo.
Me ha parecido altamente interesante y posibilitadora la perspectiva de considerar el amor como una emoción que hace lo social, sin darle las connotaciones extraordinarias e irreales que solemos ver a nuestro alrededor. Sin amor no hay convivencia social que no sea desde la amenaza, lo cual es capaz de explicar un por qué de siglos de individualismo y no cooperación.
Pienso que hoy en día hay mucho por hacer en el sentido de valorar lo que es el respeto a efectos de convivencia, hay una identidad separada acerca de nosotros mismos, que implica no mutualidad y defensa de mi individualidad. Tengo mucho interés en ver las raíces de este supuesto de amenaza, sé que está basado tan solo en creencias irracionales. Me parece increíble cómo nos han vendido la moto y cómo nos empeñamos en mantener una independencia individualista irreal, en vez de una interdependencia basada en la confianza, la salud y la cooperación. En el fondo pienso que no asumimos que necesitamos a los demás para nuestros fines de manera inconsciente y esto nos da miedo, nos da miedo a no poder darnos nosotros lo que necesitamos, entonces muchas personas prefieren no involucrarse emocionalmente porque tienen miedo a perder su propio dominio en esa ilusión individualista que implica miedo a perder la libertad, lo que ellos ven como independencia, que en el fondo no es más que miedo a lo dependientes que todavía son. Si esas personas pudieran abrirse sin miedo sería posible que superasen sus dependencias afectivas y su vulnerabilidad humana para seguir adelante, empezando por reconocerlo y aceptarlo. Culturalmente, se ha pegado mucho fuego aquí y me parece que ha habido muchas pérdidas, sobre todo pérdidas de conciencia y orientación. Uno debe ser fuerte -además, fuerte solo resistiendo-, darse todo lo que necesita sin pedirlo a nadie y decir con orgullo que todo lo que tienen se lo han ganado solos. Siempre el camino solos, bueno, solo me pregunto para qué y qué parte se está defendiendo en ese camino. Yo veo un miedo muy grande aquí a no sobrevivir y una necesidad -totalmente legítima para mí, también he de decirlo- de ponerse a prueba y demostrarse algo. Lo que no es menos cierto es que solos y aislados, en una posición de no colaboración, estamos en una posición de fragilidad y carencia y de eso se ha encargado la cultura consumista, individualista y competitiva en que aún muchos continúan inmersos. Tengamos claro los intereses que casualmente estamos apoyando con estas actitudes de no mutualidad y decidamos por nosotros mismos de qué manera queremos vivir las consecuencias de nuestra cultura reciente, que en mayor o menos parte llevamos en la mochila. Personalmente, yo digo un “no” rotundo al aislamiento.
Sigo pensando que no es nada posibilitador socialmente para ningún ser humano, por más que respete individualmente la necesidad puntual de este tipo de procesos.
Me niego a apoyar a los mercados con la actitud de inercia que se me ha enseñado y dictado. Solo puedo recordarlo y hablar con los demás para recobrar todo el terreno que ha estado perdido.
No tengo mucho más que decir acerca de este tema, pero me ha levantado mucha fuerza y mucha dignidad para seguir adelante desde las posibilidades que realmente veo en mí y en los demás, a pesar de todo, a pesar de que las personas a mi alrededor no se den cuenta y de mi tristeza, pues lloro prácticamente todos los días cuando lo constato. El solo hecho de que yo esté ahí disponible para recordar lo humano en nosotros ya me parece mucho. Solo tengo agradecimiento ante este artículo de Maturana, también ha hecho posible que yo pueda recordar mejor que no solo desde la lucha, sino sobre todo, desde el amor y nuestra naturaleza individual, es desde donde se juega la batalla por la justicia social e individual. Me comprometo a seguir luchando por todo esto aunque pueda ser una loca para los demás, o no me entiendan. Si una persona piensa que apedrear maderos o lanzar un coctel molotov es parte de la solución para la lucha, perfecto, yo quiero una solución real, porque engañarme pensando que hago algo de esa manera me parece lo que es realmente una locura. Podrían darse cuenta de que solo están sacando su rabia, pero por esa acción, desde luego, no están haciendo nada que nos saque de lo que consideran una injusticia, y no puedo evitar estar bastante harta ya de una rebeldía sin frutos como esta, que pasa de generación en generación y que solo significa autoengaño y en el mejor de los casos, tierra prometida.
Y si nadie me entiende, me da igual, no tiene menos valor. Seguiré sola si es preciso, porque estoy segura de que todos los que realmente quieren hacerlo me esperan en el camino.