No habría sabido marcharme en el momento justo, pero me habría marchado, y ese sería justo el momento.
La memoria son fragmentos insospechados, toda belleza no aporta una ventaja. Se amputan brazos y órganos, se destruyen personas, cuando no amamos la memoria, que es la absoluta reina del tiempo.
Es una extraña coincidencia estar acompañad@ aquí, reconocid@ aquí por tu alegría y esa felicidad que somos.
Los espejos rotos, los cien mil espejos nos hacen no advertir el amor, cuando es nuestra sola presencia. Cuando no somos otra cosa.
Todo el sol, toda la luz que vi era la posibilidad infinita de vivir siendo esa presencia.
Eso, lo único que soy.
No volverán a romper esa presencia en mí. Aquellos que no comprenden la bondad libre de nuestra naturaleza.
Realmente no hay ninguna manera de decirlo.
Tú eres tan solo un fragmento de vida para mí, en la memoria: no has sabido ser lo que eres.
Nunca te aparecías en mis sueños, tú negabas mi salvaje existencia.
No tardéis, el paraíso está desierto.
Sed perdonados.
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