"Los cien enamorados
duermen para siempre
bajo la tierra seca"
Federico García Lorca
Mi madre y mi amante perdido eran ángeles
aún recuerdo sus ropas suntuosas
en ese lugar de amor perfecto
Se fueron
y me dejaron ahí
contemplando mi amor
por siempre
sola
en este cuadro inacabado inmensamente realista
No volverán
yo nunca estuve ahí
y su amor era profano
tan solo me veía a mí misma
en mi mejor personaje:
el amor ideal
El amor ideal que no respira ni vive
que nunca adquirió una presencia cálida
y era gélida y fiera -su presencia
de otro mundo-
Mi amante perdido siguió buscando el amor ideal
en otro ser
pero yo sé que siempre vuelven en vano
con sus ropas suntuosas
de otro mundo
gélidos y fríos como el recuerdo de la muerte
o de un sueño de deseo inalcanzable
En la boca, el beso en flor de otra muerte más
de cualquier otra vida por venir
El amor de nuestra vida no vendrá algún dia
no vendrá después de todo
nunca
vendrá
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