Gusto de la claridad -por aquello de que no suele ser una sandez traída a conveniencia- y hoy quiero aclarar la diferencia entre lo que es sencillo y lo que es una gilipollez que te puedas montar en la cabeza, por pura cabezonería. Ahí va:
Lo sencillo y lo simplón no son la misma cosa. Lo segundo puede ser grotesco; lo primero, nunca lo será.
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