Huir del dolor es un arte oscurantista
e inevitable
que te devuelve dantescamete al mismo
cerrar ventanas y puertas para que no entre nadie ahí
pero somos seres humanos
hay miles de maneras de exhibir el arte de la debilidad
para que no se note afuera ni adentro
para creerse fuerte y mantenerse en pie
para esconder cuanto es vulnerable
sofisticar incluso el pensamiento
justificar cada estúpido acto
para huir de la muerte
para huir de la vida
re-huir...
tratar de parar el flujo imparable, constante
Qué ser tan levemente ridículo
fue su felicidad eso que en realidad teme
esto de lo que siempre huye
ahora niega el sentido de la naturaleza
cambia el lastre de sitio para no ver
pues el verdugo aplasta a su propia víctima mirándose al espejo
puesto que ya no la advierte en su interior
¿de qué os avergonzáis? ¿por qué hacéis chistes realmente?
¿acaso aferras la alegría porque estás triste?
cuantos no son capaces de sentir honestamente su miedo apartarán la molestia pero no servirá
puedes reírte
tú ya lo has hecho
¿por qué si no te visita una y otra vez?
Sé que hoy declinas hacerte la pregunta
pues grande es nuestra soberbia humana
pero la vida te dará la respuesta directa
te sacará de ese letargo demoníaco
tal vez no de manera muy amable
y, francamente
más allá de las gracietas o la filosofía
más allá de lo que yo ahora sepa
o lo que tú ya tuvieras pensado
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