pero era estrictamente necesaria
a fin de dar sopas con onda a todo ignorante
que cree que sabe
Los que guiamos a nuestro corazón acompañando otros corazones
hemos soñado alto
hasta abrazar la experiencia subjetiva
Deja de hablarme de lo normal
de lo que opinas sin mojarte el culo
para mí es insultante una lengua tan blanda
pues he arriesgado todas las convenciones a pesar del terror
por ser yo misma y por mi libertad
Yo no me siento en un sofá
a hablar de una revolución en la que ya no participo
tan solo porque a mí no me hace falta
yo no hablo en un sofá
de lo que tal vez haría con mi vida
en un supuesto
porque a mí aún me resta algo de decencia
y todavía soy capaz de respetar mi tiempo
a los que viven a mi lado y a mi mundo
No es necesario que sigas insultándome hablando de lo que no harás
o lo que no sucedió antes
que así hablan los puretas y burgueses que no se arriesgaron nunca
por la comodidad de la inacción hogareña y el vicio
o por la inercia del sueldo
a mí siempre me aburrieron la sandez reincidente y la palabra vana
porque no aportan novedad alguna a la vida
Vaya, el reloj solo permite a los necios un tiempo limitado
tal vez sea justo
tal vez aún sanemos algún día
de esta cordura deductiva y mentireira
y pueda haber perdón en nuestro mundo
Yo, mientras tanto, enhebro la provocadora locura
por ver si alguien se atreve y osa
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