Cierto día supe que si escapaba de esos lugares de los que las personas corrientes huyen despavoridas
jamás podría ser feliz
Entonces me quedé, y casi todos se reían de mí
(como cuando eres pequeño y te haces pis encima en el cole)
Ahora hablo contando con indistinta alegría de mi felicidad y mi desdicha
No me perdonan que no les ayude a morir sin enterarse
¡como si yo fuera la causante de ese dolor!
Ante esto, hablaré de amor con inmenso pragmatismo, te amaré esplendorosamente; seré libre
La moneda no cae de canto
no cae
no cae
de canto
Jajaja
te doy toda la razón
yo nada puedo
no es menos cierto
que mi boca es
la elegida
del viento
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