Cuando ya no te quede ningún mal por demostrar los animales podrían salir del refugio
y nada más tendría que ocultarse a nuestros ojos
que bailarían, por fin, de inocencia
Es esta la profecía
hasta entonces solitario será el destino
porque cuando se hizo el más hermoso y pleno bien aún se desarraigó la bella confianza
derramando con total gratuidad la sangre
Que sea, pues, el bien
porque he aquí la generosa verdad
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