El carro llegó
la vida siguió
y yo me monté
en un destino infinito
El misterio existe y es eterno
la rutina no es nada, agujero
de cómodas desdichas sin muerte
No hay vida en tu vida
ni flores en tu jardín
pues yo me quedé la muerte
tú la vida -ah, ¿un típico listo
creyendo saber la lección?-
y ahora la vida muere
pero la muerte vive eternamente
ya que solo es un momento de orden
Lloré y sin saber lo que hacía, recé
a un universo cuyo techo humano es la tempestad
Caminé 5000 kilómetros
por mi justicia
No sabemos por qué la muerte nos persigue
y en la más muda desesperación seguía confiando
aunque sabía que el mundo que reordenaba
mañana volvería a caer
Pedí ayuda, pues sentía que podía morir
Nunca sabré si te fuiste al diablo o al infierno
pero fue por tus propios medios
Las estrategias de la vida son más inteligentes que las nuestras
Siempre quise decírtelo, pero tú
te creías un delirio supremo
que a tus ojos te hacia crecer dos palmos
y a mí, ¿qué coño me importa lo que apenas existe?
Por cierto, decir gilipolleces no sirve para emparejarse
La gente trata de arreglar un problema
se distrae en esas absurdas palabras
pero tú eres un muermo horroroso
holgazán
palurdo
Tonto
Sé que alguien volverá a descubrirlo
y que no fui la primera, lo sé
Tras la fachada extremadamente amable se escondía el impostor
Hiciste que todo lo que vivimos fuera mentira
Eras tú
el tipo pa unas cañas, poco más
Ese, eras tú:
eclipse total de tonto
No te tienes ni a ti
no notas pasar la existencia
Eres el tipo más triste que he conocido
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