Esto es lo que siempre me sucede cuando quiero expresar lo que siento y me complico amargamente. Fuera complicación. Como valoro cada emoción que siento estoy en un proceso en que siento muy intensamente y a veces no acierto a comprender lo que me sucede, ya que estoy dando cabida a todo tipo de emociones que antes me ocultaba a mí misma y me paralizaban. Evaluar lo que sentimos como bueno, malo, desagradable, etc., nos lleva a bloquearnos emocionalmente y no poder sentir contrastes. Poco a poco llegaré a expresarme.
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"las emociones “negativas” son útiles porque nos permiten tener una brújula para apreciar las “positivas”. Es decir, para valorar las cosas necesitamos contrastes y estos no surgen si siempre estamos sin problemas los 365 días del año. Y aún hay más. Si el aprendizaje nos ayuda a sentirnos mejor con nosotros mismos, lo que se aprende en los desiertos o en situaciones que nos superan, no ocurre en los momentos dulces.
Por ello, necesitamos aprender a convivir con los momentos incómodos y con las emociones que tienen tan poco marketing, como la tristeza, el miedo o la ira. La felicidad no está en la ausencia de dichas emociones ni en la adquisición de cacharros que nos hagan nuestra existencia más cómoda. Está en saber aceptar los reveses a los que nos enfrentamos y descubrir qué tenemos que aprender de cada uno de ellos."
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