sábado, 27 de julio de 2013

Inexistencia

Nunca hubo nadie, ni amor
ni calor ni frío
Un recuerdo de nadie, el abandono
el hecho de no ser lo que se era
Nunca
jamás una mano, una palabra
ni una pregunta de quién éramos nosotros
Me vi tan desolada y tan desierta...
Hasta llegué a pensar
que tal vez era yo como aquel dios al que rezaban
el siempre ausente
el siempre presente
tal como aquello que se tiene en uno mismo
muriendo a tal eterna soledad
Yo siempre supe
que era aquel dios para aquellos que no existían

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