Todo tipo de desprecios y humillaciones
¡en bandeja!
por parte de quien tantísimo te quería
esperar tan solo de lo malo a lo peor
y así pensar si es que desde el principio
soñamos algo enfermizo, equivocado
¡venga! preferiría, sí, el maltrato físico
el latigazo real
a esta desazonadora sensación:
nunca jamás haberme conocido
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