Con ocho años me caí en el patio
y se me vieron los muslos sobresaliendo
del uniforme
Un compañero (Miguel) me recogió y dijo:
"pues no está nada mal, la Marian", entonces
volvió a tirarme
y me quedé en el suelo
-irónico, puesto que el resto de los momentos
se unía a muchos compañeros por el bulling
que yo aguantaba, entre otras cosas
por haber sido nacida en Madrid- ante las risas de otros muchachos
Éste fue uno de mis primeros contactos
con la más férrea sexualidad
1989, Ocaña (Toledo)
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