Nada saldrá de mí que no sea la justicia o la equidad, ninguna consecuencia tendrá mi vida más que la expurgación del desastre. No voy a ser víctima para volver a ser verdugo. Sea todo por la liberación. Esto es lo único que me permite vivir tranquila en esta tierra desolada, en esta fantástica e irreal urbe.
He llegado a tal nivel de compasión que toda desgracia me toca, que todo ser humano encuentra la comprensión en mí. No hay mal en en dolor, el sufrimiento es simplemente no poder entenderlo.
Salid de casa, salid de vuestra cueva, hay demasiado trabajo por hacer y nunca las herramientas han sido tan necesarias como ahora. La convivencia con la pasividad y lo frívolo es realmente lo más terrible, buscad una manera de estar en contacto. Aunque solo sea desde una pantalla. Llorad... si tenéis ojos.
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