y al mismo tiempo tan defectuoso, era casi
como si todas sus faltas le adornaran
la creación que no pudiera ser contraria
a sí misma
Dios, dios mío
si cada cosa de este mundo alguna vez
hubiera de existir luminosa
tan solo pude contemplarlo en su rostro
tan solo él lo albergaba tontamente
con absoluta imposibilidad
no sé si me entendéis...
que a mí me hería tanto su belleza
podía hacerme feliz de tal modo
creo que hasta podía alimentarme
de ella exclusivamente
no sé si me entendéis
tampoco él merece la hermosura
por la que aún lloro de alegría
y ni siquiera yo que la expusiera
como quirúrgico campo abierto
pude tocarla apenas un instante
No es que yo no le eche de menos, no
no, es que ante aquella contemplación
no hay posibilidad alguna
de que yo tenga algo más que decirle
esa belleza me anegaba de dolor
esa belleza
era toda la existencia transformándose
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