Última súplica

Dime, dime
que me resistiré
aunque el truco de su vil mano oculta me fascine
e intente rendirme y desenmascararme
para nombrar el epitafio de lo nuestro

Dime, dime
dime
que me resistiré
dura como el canto
cristal de sus anhelos
deseo de sus vicios y sus más paradisíacas naturalezas bicéfalas
hasta el sencillo mirar reconociéndonos
tras la lucha con mi peor amigo

Dime, que dura me resistiré
con un fuego crepitante interrogando su cuerpo
hasta el ineludible puñal

Protégeme en el camino con dignidad y clase
tal como a aquellos que ya valen como el sol


octubre 2012