Deshechos los peinados ostentosos
de la infancia
lánguida y carente
desenmascaradas las corvinas
en el núcleo
severo de la casa
os digo que un hogar es otra cosa
y se lleva
en el cariz orquestante de las manos
abiertas a un inicio
diferir
y limitarnos desde el plano oblícuo
procurar la cenefa de un patrón
sincero y afluente
¿Qué queréis...
el drama, la tumba
queréis...?
¿que os lleve la tétrica inferencia
hasta la férrea ocultación rutinaria
de este telón de vulgo enmascarado?
Pues yo
quiero alegrarme
poder vivir un puente que no se dinamite
poder guiñar el ojo al otro lado
saber que estás ahí, amor, en otro
Nunca rendirme, nunca
te lo juro
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