Despedazada por los soles del verano
soy yo la copa que ya no puedes beber
aquella lanza que un día me enfermó
es esta misma que me retorna al norte
No, jamás se trató de dulces galletas
esta era la historia grande
esta era la definitiva
esta era aquella en la que había
metralla
Ni tan siquiera tuviste valor para la guerra
tú permitiste sin más la paz o la muerte
y así este pájaro insurrecto lo mataste
en la rayuela
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¡No!
jamás
si se tratara de dulces galletas
esta era la historia grande
esta era la definitiva
esta era aquella en la que había
metralla
Buscando un hueco felicísimo, así volvimos
de la guerra inconformísimos
-pero entre iguales la paz es la agonía-
y me metí dos tiros
(fue por no hallarte muerto por el tratado)
mas de la burguesía liberal
abanderado
ladrando yo en las tinieblas de la luna
fui la exiliada en aquel margen de la sombra
¡Oh interesantes...!
Me desvendaron los ojos en cuanto tú
parafraseas en el inicio del lenguaje:
yo nunca habría conseguido herirme
tampoco tú vivías en mi herida
interpreté que me dañaba por ocultarlo
Sin más
Intacta
Carlos Edmundo
¡Carlos Edmundo!
dónde quedaron los poetas como tú
tal vez no sepas mucho sobre el silencio
pero lo sabes todo de aquello oscuro
y de las falsas luces pluralizadas
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