jueves, 24 de abril de 2014

Si quieres algo mejor que un polvo

Autocontrol señala en su fallo que tras analizar la publicidad reclamada en su conjunto, se ha producido efectivamente una utilización de la imagen de la mujer "como mero objeto desvinculado del producto que se pretende promocionar".


http://www.elmundo.es/television/2014/04/24/5358ed5b22601dd5158b456b.html


Bueno, yo no diría de la mujer solamente, sino además de esa mujer en concreto a la que no tenemos el gusto de conocer -aunque en realidad este hecho pueda importarles a muchos un pimiento- pero que de manera consciente o no, ha prestado su visualidad maravillosa e irrepetible -y recordemos bien: esa imagen pertenece a una persona- para una cuestión turbia y zafia. Consecuencia lógica, entre otras cosas, de que lo más común sea referirnos siempre a personas -sobre todo del sexo femenino- partiendo de una cuestión visual agradable.
Añado que a las mujeres intentaron vendernos el rollo de los tíos buenorros en los años 90. Ya lo han intentado. Todo es cíclico.
A mí nadie me va a vender la belleza física porque la belleza es ya nuestra, la manifestación de nuestro ser total. Y yo no lo permitiré en ningún momento.
La belleza no es esclavitud ni su pensamiento único inherente, no es la rancia podredumbre del cansancio de la imagen desprovista de profundidad, la belleza es libertad y la totalidad de sus altas manifestaciones.
Así que hasta luego, gilipollas. Estos son mis límites y ninguno son los vuestros.

Y sí, quiero algo mejor que un polvo. Quiero el mejor polvo. Yo soy el mejor polvo.
La belleza es nuvuestra.

Amén

# Occupy Beauty

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