Vivimos nuestras vidas en una felicidad que nos es dada
y no comprendemos su valor
La pérdida, es eso
Todos hermanados
en una rueda de acontecimientos no fortuitos y circulares
Mi felicidad de anteayer fue ayer mi desdicha
y hoy otros sufren de lo que yo ya aprendí
y otros disfrutan de lo que no sé todavía
Mi camino pleno guiará muchas almas
tantas... nada verán...
Yo me cruzo con tu alma, que fue hermosa un día
y animaba tu ardoroso cuerpo hacia la libertad
yo que era esa libertad me encontré contigo
en un momento de amor inocente
El mundo, ciego, te llevó hacia atrás
y te fuiste sin poder ver quién era
ni para qué estaba ahí
Aprendí que hay posibilidades que son tan solo sueños
los sueños sin vida mueren
Fantasía murió entre nosotros porque no pediste ningún deseo
Hay posibilidades, esa es la inocencia de la vida
a veces nos distraernos y no podemos saber
a veces la inocencia muere desangrada
por el cuchillo del desprecio o la vanidad
Pero una vez estuvo ahí
y eso era bueno, un sueño
sin fin
en que eramos nosotros
Te pregunté por qué la mataste
hoy sé que tú nada sabías
Por si acaso, no me rendí
me tomé la molestia y fue en vano
¿Es que nadie puede respetar lo que se pierde?
¿Quién puede ver lo que ha perdido?
No volveré a recuperar lo que perdí
pero me devolverán mi alma intacta
¿Qué será de tu ser y de tu alma?
Solo espero olvidarlo un día
cuando vuelva ese día
en que nuestra inocencia era visión y sueño de luz
No, no importa
Ya nada de lo ocurrido importa
Nunca pude decir la verdad
y lo peor fue que no debía decirla
Tú leerás un libro de biología y todo
te habrá parecido normal
pero yo te aseguro que te equivocas
Ahí quede este inevitable silencio
por la paz