Nunca sabrás cómo, cuando el canto de mi alma
y su caprichosa música
entonaba a tu caminar
Nunca sabrás -a no ser, el cielo-
que era verdad
y solo con eso habría bastado
(porque eso, era bueno)
Sordos oídos, hermosa música
en fatal combinación y muerte
Te arrepentirás mucho de esto
pero bendigo que, para ello
seas libre
como lo fuiste, hace tanto
una vez
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