miércoles, 22 de enero de 2020

Por tu propia voluntad





Nunca sabrás cómo, cuando el canto de mi alma
y su caprichosa música
entonaba a tu caminar

Nunca sabrás -a no ser, el cielo-
que era verdad
y solo con eso habría bastado
(porque eso, era bueno)

Sordos oídos, hermosa música
en fatal combinación y muerte

Te arrepentirás mucho de esto
pero bendigo que, para ello
seas libre
como lo fuiste, hace tanto
una vez





No hay comentarios:

Publicar un comentario