sábado, 29 de abril de 2017

Crepitar y resurgir del fuego






Cuando la barca se estaba hundiendo
recuerdo que
estaba sola
y tuve miedo

Se pueden hacer algunas cosas solo
pero otras no

No hay que
evitar la vida

Acepté mi desgracia como una gracia
la amé
me ayudé
pedí ayuda
como si me estuviera muriendo
porque me atreví a confesarlo
y dejé de defenderme porque no quisiera ser una víctima
me prometí dejar de guardar silencio en las procesiones y
he terminado espantando a las procesiones

El camino es solo pero no es solo
salí de mi aislamiento con pánico atroz
pedí, se me dio
no siempre se me dio
pedí
incluso muriéndome de vergüenza, incluso...
recuerdo que insistí...

Y tengo mucho miedo
pero al menos no me dejo morir sin confesar lo que soy
lo que he venido a vivir sin tacha

Desde el infierno más lúgubre
en la imaginación de lo más bochornoso
afrontando la borrasca

Volví a incluirme en este mundo
y aun en medio del dolor más incomprensible y gratuito
es de la pasión desde donde resurgimos
desde el amante corazón del coraje

No sé hasta donde soy capaz
pero no seré menos de lo que me merezco
porque no voy a volver a negar que las puertas cerradas hayan de abrirse para mí

Porque aunque me encuentre llorando ante el peor descrédito con un hilo de voz
ya sé lo que he venido a dar a este mundo












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