martes, 20 de enero de 2015

El don

Estoy simplemente lejos. No es que sea una persona lejana, es más bien que cada día convivo con personas con las que no soy capaz de relacionarme plenamente. Sé que he de pasar demasiado tiempo aquí, en esta casa, sé que este no es mi carácter y que esta situación me ha hecho demasiado meditativa y prudente, acostumbrada a la soledad y a una gran fortaleza. No he tenido mucha suerte, pues sé muy bien que soy una persona fresca y cercana, siempre dispuesta a compartir la alegría a raudales. Supongo que esto ha debido de ensombrecer bastante mi en realidad sencillo carácter. Mi corazón está tan desesperadamente alegre que a veces no tengo más remedio que escribir. Solo es una manera de poder estar presente la mayor parte del día como soy en verdad.

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