lunes, 20 de enero de 2014

Arenga

Tú existes; no vives
si no estás aquí para mirar el sol
Existes, en partes
castrado
porque una vez
tu viste la quimera más grande de tu vida
y tú la derrumbaste
porque una vez, amaste algo
y lo apartaste de un destino que no estaba en tus manos
porque no amaste la mezcla perfecta
reluciendo de fiereza con la tierra
amaste, antes que eso
que maldijese como yerma y baldía
la fértil tierra que lo amaba
lo que era una con el metal perfecto
que emanaba de él
Tú luchaste para conseguir de lo que amabas
un vulgar amaneramiento cotidiano
porque eras pequeño y menesteroso
Peores cosas hay que actuar por amor...
peores cosas hay que actuar por excelencia
por eso eres política disfrazada y temerosa
Tú viste por un momento la quimera más grande de tu vida
En cuanto la tuviste frente a ti
la trataste como un campo vallado, digno de tu atención
y tiraste semillas
con intención de ver crecer los amables y pequeños arbolitos
que tantas veces habían sido gratos a tus paseos cotidianos
pero los sueños se envenenan con la semilla de la costumbre
y murió como tantos otros ocasos ajenos
en un espectáculo de luces y sombras verosímiles
pero las formas de mujeres o de hombres
relucen únicas tras el caparazón
La revolución de poder oír esto
más allá del olor de tu desodorante
es por lo que abandona o nace la política
Tú entreviste una idea perfecta
y quisiste que brillase sobre el tablero de la tierra
le gritaste: eres verdad
y has de ser brillante como mis ojos sueñan
pero esa idea era mezcla infernal y gozosa
arraigada fatalmente en esta tierra
y bailaste por campos, aldeas y ciudades
porque tus pies eran esclavos de la idea
y la política miraba
y la política juzgaba, palidecía
se hacía agria, áspera
hacía guiños a escondidas, odiaba
porque ya no podía aunar, la idea
con su cuerpo adormilado
y dormiste, descansaste
y al despertar
como no podías odiar lo que entendías
ni sembrar zarzales en tierra excelsa
ni apartar a los seres de la tierra que es suya
supiste que dormían
y tú estabas más despierto
y decidiste no nombrar como mentira la quimera
sino pensar que, si se alejaba
es porque estaba más cerca
y así es como los cielos colman
y así es como la tierra curte
que los castrados ya no miran al cielo
y con odio o anestesia, lo llaman mentira


15 mayo 2011

Recitado en la Puerta del Sol en los primeros días del 15-M

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