jueves, 23 de julio de 2020

EL MENSAJE

La naturaleza humana no puede ser puesta en entredicho. La lucha por la vida es un atentado contra nuestra biología. Somos parte de la naturaleza y no puede ser de otro modo. Descansad y confiad en esta verdad.
Somos animales acorralados por otros animales inconscientes, y la inconsciencia hace que ya nos acorralemos a nosotros mismos. Pero yo os ruego que no temáis, que confiéis en vuestra naturaleza, en vuestra percepción, en vosotros mismos. Porque estoy aquí para que pueda difundirse un mensaje.
En este mundo hay cosas sanas y útiles para la vida y cosas insanas, que hacen la vida impracticable y difícil de vivir. Es el momento de que os deis cuenta, porque la desgracia ha llegado hasta nuestras puertas, y no se ve el día del fin, porque no desean permitirlo, a causa de la enajenación. No hay más tiempo para vivir una realidad alejada de este mundo, y por ello estamos recibiendo un enorme palo; y de este palo moriremos en vida como hubo tantos ya o viviremos definitivamente.
Podemos aprender algo de los animales porque estamos corriendo su misma suerte; porque no andamos lejos de lo que ellos son, aún con la mentira del antropocentrismo.
Aquí el único problema es que somos animales a los que se ha amaestrado para mentirse a sí mismos, pero yo os digo que nuestra naturaleza no es de tal modo.
Los animales defienden su territorio ante el peligro, y me refiero a los animales que no sirven de alimento a otros. Recordad que dejamos que nos marcaran cual es nuestro territorio y que incluso nos dejaran sin él. No voy a hablar de lo que ha ocurrido porque todos lo sabemos, y pueden darnos una interpretación para que acatemos, pueden darnos una distinta cada día. Si tu sigues dentro de tu cuerpo, si aún existes como ser y como animal, te va a faltar tiempo para reaccionar ante estas palabras, porque vas a notar en tu cuerpo tus músculos tensarse y tu respiración más fuerte y rápida de lo habitual. Y cuando veas lo que te estoy indicando sabe que nadie ha de darte instrucciones, la naturaleza te ha dado un cerebro muy capaz y unas cualidades ante el terreno. Y no te estoy diciendo que puedes, ni que todo vaya a salir bien. Lo que te estoy diciendo es que no importa lo que nadie diga, tú sabes lo que hay que hacer ante los depredadores para protegerte a ti, a los tuyos, a lo que te importe y consideres sagrado en esta vida. Y lo que te aseguro es que si sigues cediendo serás alimento de otros animales, que aunque quede tu cuerpo como animal no serás nada.
Aunque todos te digan lo genial que eres con una palmadita en el hombro, tu dinero al mes o tu título. No serás nada ante tu propia naturaleza. Y los seres que han nacido después de ti no pensarán de ti ni de ninguno de nosotros que nuestra existencia haya sido digna, ni valiente, ni justa, y que esto es lo que les hemos legado en consecuencia. Y los que te anteceden y son mayores que tú sabrán que tu vida no ha tenido ningún valor, pues no valoraste la de un semejante. Y con la tuya harán lo mismo.
Entonces no seríamos nada. Deseo que no sea gracias a ti. Pero que no sea gracias a mí. Porque juro por mi camino que no pienso participar en esta farsa que nos desposee de lo que nos ha traído a este mundo (y no me refiero a tu madre): la libertad de ser.

Es todo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario