martes, 17 de febrero de 2015

Se acabó, me bajo del escenario

Amo al teatro por encima de todo. Por eso la de esta noche en el Alfil ha sido mi última representación. Hace dos años gané el premio de periodismo cultural Paco Rabal con un artículo titulado "El teatro es un acto de resistencia". En él defendía que hacer e ir al teatro era un acto de resistencia ante el genocidio de la cultura que practica este gobierno. Hoy,harto de trabajar en los escenarios en condiciones esclavistas, sin cobrar un duro y dependiendo de que amigos o familiares vengan a verte porque las salas no pueden invertir en promoción, he entendido que me equivocaba. Seguir trabajando en estas condiciones es hacerle el juego a un gobierno que criminaliza la cultura. Nosotros, trabajando sin cobrar, estamos escondiendo la realidad del sector. Ha sido nuestro trabajo no remunerado durante todo este tiempo el que ha hecho que muchas salas permanezcan abiertas. Pero el teatro es una profesión, y como tal debe ser remunerada. El público no es consciente de la realidad de nuestro sector, con un paro superior al 90%, una precariedad laboral del 98% y una retribución por hora en las salas de teatro alternativas que, en el mejor de los casos, no alcanza los 50 céntimos la hora. Y nosotros,con alfombras rojas o manteniendo abiertas salas alternativas gracias a nuestro trabajo esclavo, estamos contribuyendo a ello. Por eso, porque amo tanto el teatro, no volveré a subir profesionalmente a un escenario hasta que bajen el IVA. Solo me veréis en funciones benéficas apoyando las causas en las que creo, pero no a un gobierno que desprecia, persigue y criminaliza la cultura.



Carlos Olalla

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