domingo, 22 de febrero de 2015

¿Trabajamos demasiado?

Gracias a los cielos, una manera transversal de decirlo...

Reconozco que faltan personas que reflexionen acerca del sentido de sus actos y no se hayan convertido ya en autómatas sin decisión propia que, por el hecho de ser muy buenos a juicio de la sociedad haciendo tal o cual, se creen libres, capitanes de su alma y emancipados. Ja! Les compadezco ampliamente, porque ni siquiera son conscientes, los pobres, y desde luego ya han cedido su timón a cualquiera menos manejarlo ellos mismos, y la razón de ser de esto es que tienen miedo de vivir.

¿No está claro que paradójicamente estas personas no tienen decisión propia y solo se dejan llevar por la corriente ajena, a la deriva de su timón cedido el día que olvidaron que se olvidaron de sí mismos? Sí, parece increíble, pero han cedido su propia libertad y creen elegir y liderar su vida. ¿Dónde quedó la Eudaimonía? No comprendo como la gente puede estar tan ciega, encima a esto se le llama responsabilidad y libertad: una trampa perfecta.
Es demasiado triste para mí, pero vaya, que yo hasta me meo de la risa del chiste.

Que se suelten la correa que ellos mismos se pusieron al cuello y se dejen de tanta gilipollez y responsabilidad vacía. 
Por dios, que espabilen y QUE SE ATREVAN A SER FELICES DE UNA PUTA VEZ. Cobardicas!

Vale, ya me he desahogado. El artículo es mucho mejor y más clarificante que esta intro -que tampoco es moco de pavo-.
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"El empleador de amanuenses descubrió un día que Bartleby pasaba los domingos en la oficina. Wall Street, el día del Señor, estaba desierto, desalmado. ¿Por qué encerraría su única jornada de descanso a la semana en la misma torre de ladrillos donde pasaba el resto de sus días?"

http://www.yorokobu.es/sociedad-del-cansancio/

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