miércoles, 15 de octubre de 2014

Con lo guapa que eres... de cara

Personalmente, estoy viendo aquí una gran necesidad de recibir un halago por el propio cuerpo, un halago de ese tipo que alguien te dice que tu cuerpo está muy bien y tú te vas pensando que eres guapo o cosas así, porque tú mismo no puedes acoger, aceptar tu cuerpo y verlo como algo bueno -tienen que verlo otros-. Eso me parece tener una enorme inseguridad y muy nimio, estandarizado, aburrido, recibir halagos de este tipo. Pero estoy muy de acuerdo en el tono general del artículo. Creo que en general la gente es gilipollas. (Perdón, porque hoy necesito desahogarme).




Si hay una frase que me han repetido una y otra vez a lo largo de mi vida es la de ‘con lo guapa que eres de cara’ en todas sus variantes. Variantes que van desde el ‘si adelgazases un poco, con lo guapa que eres de cara…’ al ‘a ver, no tienes un cuerpazo pero eres guapa de cara’. 29 años escuchando una y otra vez la diferenciación disfrazada entre los rasgos de mi careto y mi cuerpo serrano y proviniendo de interlocutores varios: te lo dice tu tía abuela, tu amiga de la infancia o el chico de turno con poco tacto.

Yo no sé si la gente es consciente de que la frase ‘eres guapa de cara’ se rellena mentalmente con la segunda parte: ‘pero fea del resto’. Es una omisión absurda, se sobreentiende que de cuello para abajo estás peor de lo que deberías para ir a juego con tus rasgos bonitos. Y da igual quién te lo diga o la entonación de la frase. La segunda parte va implícita y algo que podría ser un piropo se convierte casi al momento en una ofensa para el que la recibe. Volvemos entonces al dilema que ya comentamos en su día de la aparente imposibilidad para ser gorda y estar bien como se está. Nuestro entorno se ve incapaz de decirnos ‘eres guapa’, sin rodeos, sin peros. Con el ‘guapa de cara’ se aseguran quedar bien pero a la vez recordarte que si quieres aspirar al pack completo, al guapa a secas, tendrás que perder unos kilos.

Te miran como si no tuviera perdón de Dios que con la cara que tienes no uses una 36. Te miran con pena como pensando ‘es una lástima que con esos rasgos te hayas abandonado, podrías ser mucho más de lo que eres’. Si estás gorda y eres poco agraciada, nadie dice nada. Pero si te sobran kilos y eres mona, la gente se apropia de la licencia para comentártelo con la naturalidad que les da pensar que solo por decirte que no estás tan mal están haciéndote feliz. La gente se olvida de que la única que manda y decide sobre tu cuerpo eres tú y por lo tanto tú decides si estás contenta con cómo estás o te apetece cambiarlo.

¿Os ha pasado alguna vez? ¿Qué sentís cuando la gente os dice frases de este tipo? ¿Creéis que esto le pasa solo a la gente con unos kg de más o también con gente bajita o calva? ¡Queremos saber vuestra opinión!

weloversize.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario