sábado, 27 de diciembre de 2014

Acostúmbrate a mantenerte totalmente presente con lo que hagas.

Cuando beses, sé el beso. Cuando acaricies, sé la caricia. Cuando hables, sé tu voz y todos sus matices. Presta atención a cada movimiento, a cada respiración. Sé consciente de cada sensación. Déjate llevar, y siente.

No te centres en tus pensamientos. Cuando tengas un problema sí, racionaliza. Busca la solución. Pero cuando hagas algo, como hablar en público, vive ese momento. Concéntrate en tus actos. En lo que tienes que estar haciendo.

Olvídate de pensamientos cómo que pasará si te equivocas, o si los demás piensan que estás nervioso, etc etc etc. Esos pensamientos son los que te hacen sentir vergüenza. A la hora de tratar con otras personas ocurre lo mismo.

Tú no eres tus pensamientos, si no esa persona creativa que vive dentro de ti. Esa persona que se mueve por el mundo con naturalidad. Esa persona que es capaz de dejar a un lado a su mente, y se deja llevar por el sentir del presente.

David Jungle

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