miércoles, 2 de marzo de 2016

El viaje II - Mirando al horizonte

He decidido dejar mi vida libre de garrapatas que se acercan
al sol que más calienta
de almas oscuras hambrientas de futuro que no son dueñas de su acción o su inacción
¿y mi futuro?
¿y mi presente? ¡qué! ¿y yo?
¿y mi puta vida? ¿qué pasa con lo que yo quise y quiero?
No volveré a mirar al atrás de sus vidas mediocres
sus caravanas no andaban
ni yo tampoco
pues pretendían engancharse a mi motor, pero la gente
¿no tiene una puta iniciativa de vida, al menos el respeto de saber
que no van a dirigirse a ninguna parte
en caso de no tener dirección alguna?
Pues lo esperaban de mí, los chupasangres
y cuando ya no podían chupar más
se comportaban como aquellos empresarios que abandonan el lugar que arruinaron

Que no achaquen los sucesos a la mala suerte, no
que no me digan que así es la vida
que no vengan a excusarse para lavar la ropa sucia
las manos manchadas
que no se limpien en mi compañía justificándose en sus miserias
de lo que nunca estuvieron dispuestos a hacer con sus vidas
porque les corto la lengua

Vivir en la adolescencia es sencillo en todas las edades
cuando no haces más que romper el mobiliario y los jarrones
es fácil destruir y asolar
justificarse luego para lavar su culpa con perdón falso
y generar verdugos y víctimas
pero ojalá sintáis vuestro propio asco y la vida valdía que os dedicáis a coleccionar
vuestros patéticos episodios de convertir lo mejor en lo peor
y que ya nada ni nadie os importe de veras
ojalá podáis llegar a saberlo
porque esta de aquí os suelta la mano para siempre
y que los cerdos disfruten del cieno revolcándose
en su propia inmundicia
Ahora que ya he logrado detectar y limpiar la ofensa
no volverán a aprovecharse de mi cuerpo sagrado
de mi alma alegre, humana, fuerte y pura
la que por fin -ahora sí- camina hacia adelante
y no se para por andar con los demás -yo os juro
que no sacarán de mí ningún beneficio
que no podrán volver a confundirme
a través de su propia confusión oscura, y sobre todo
que no se consolarán ni excusarán más conmigo
de su vida infructuosa, conformista, indecisa, victimista
miserable
para querer llevar razón, encima, execrablemente-
¡no, basta, coño!
si, yo pude estar tocada, pero hundida, por esto, ¡jamás!

Para mí -arriba figuran las razones-
esto es vivir el amor de forma materialista
bajo unas horrorosas condiciones de inicio
que ni siquiera figuran en contrato
y mi valor
siempre fue mucho más que todo eso
porque esta no es la pasta de que estoy hecha
por eso, por más ciega que haya podido estar, por mucho
que esto haya estado engañándome
por mucho que haya llorado creyéndome una idiota
y me castigue y me autohostie ahora
para poder despertar
yo sé que nunca fue mía esta vergüenza, y nunca
lo será, porque esto
no me define
ni en pintura
(ni en sus sueños)
Que corra el aire... ¡que corra!
y que vuelva a correr

No hay comentarios:

Publicar un comentario