domingo, 28 de febrero de 2016

El viaje II - Decisión propia y dimisión

Este el el fin del programa
y he dimitido
ya no soy su azafata del 123
a la que un presentador borracho daba información incoherente y confusa
No, no tengo que ser la mejor azafata
por eso traté de ser la peor posible
por eso todo fue un fiasco y me alegro
de haber sabido no vivir bajo unas condiciones esclavistas con una bonita apariencia
El presentador de su programa actúa como un mono más
creyendo que los demás son extensiones de su vida
Es válido que alguien traicione su propia alma
pero yo jamás traicionaré la mía
ni me acostumbré
ni me acomodé
y todo el tiempo pitaba las faltas
No, no soy la azafata del 123 de nadie
un instrumento más para ser feliz en la vida de alguien
que no sabe ser feliz
no estoy para hacer mejor ni más cómoda la vida de alguien
que ni siquiera adquiere dirección alguna y la espera de otro reprochando aquello que no hace
cuando ha quedado claro quién no lo hace
Ya lo sabía
tenía un plan
tenía preparadas las llaves de la cárcel
y no quiso abandonar el aislamiento
No sabéis lo que es estar en una película que encima no es tuya
y que te juzguen como una azafata inválida
no sabéis lo que es sentirse como un paquete sin sentimientos reconocidos
Tenía esperanza
algunas personas creemos en la vida
en hacer ver que no somos un puesto en la vida de otro
en la comprensión y en la concordia
en la humanidad y en el amor real
y terminamos pagando el pato por otros
que lo van a pagar más adelante
Pues no, lamento haberle defraudado
yo no soy una azafata del 123
yo no soy un puesto ocupado o vacante en su vida
nadie más puede estar en mi lugar
es eso lo que vine a contarle
Me trató como una azafata más de las posibles en su 123 particular
no supo quien yo era realmente
me puso en el puesto
-¡para él
aún estoy en el puesto!-
y bueno, me dolió
pero hoy me permito reírme del chiste
el futuro es brillante y vibra
yo siempre lo vi así
Siempre supe que me demostraría que puedo
al fin, en el camino, no necesito sus consejos ni regalos falsos
sus palabras sobre acciones que no llegarán por arte de magia
vaya, que no llegarán porque no se hace lo que se dice
-que yo sepa, no existen las hadas madrinas-
No soy capaz de seguir desperdiciando mi vida en lo que digo y no hago
no soy capaz de engañarme con falsas promesas a mí misma
No soy capaz de ser una inerte que espera al hada madrina de futuro
porque esta vida me pertenece
porque es mía la acción
porque es mía la dirección de mi alma
porque no me dejo conducir ni disipar por los vientos sin destino

Porque esto no es casualidad, pero yo decido, y nada
ni nadie lo hará ni dejará de hacerlo por mí
porque, por fin, no permito ni una mínima concesión a eso
por la rotunda estupidez de nadie más

No hay comentarios:

Publicar un comentario