miércoles, 24 de febrero de 2016

El viaje II - El propósito

Cuando el miedo y la confianza acaben igualmente extenuados
y se abracen mirándose a los ojos, satisfechos
del combate que ha de traerme
la gloria
ese día
me habré vencido
a mí misma
Ya no daré por culo a nadie más

Y
hasta entonces
me embarcaré donde haga falta
recriminaré incluso a las piedras a fin de que me cuenten
partiré en dos los vientos a fin de saber
dónde y cómo es posible hallar lo que merezco y sí es justo
para mí y para todos los demás; y ciertamente te aseguro sin temor a equivocarme, que yo
no culparé a lo que pase de lo contrario para pasar seguidamente a tirar la toalla
como una víctima de mis propias acciones o inacciones
y que lo voy a vivir sin esfuerzo alguno aunque no sin tomar la responsabilidad
porque da la casualidad de que esta
es la libertad y timón de mi alma y vida
y que no me voy a conformar con un sucedáneo anodino o sueño ñoño que venga a compensar o consolar mi derecho natural a que SEA
porque no necesito ni quiero la mentira para sobrevivir
y que el miedo no me puede
porque a ese hermoso y capaz aliado he seducido
para poder, porque
ya estoy despierta y esto no es casualidad, ¡coño!
sino fruto y consecuencia del trabajo y fe constante en el cambio. Ahora...
la causa soy yo

Ahora Siempre Antes Después
Yo...
aquí se unen todos los caminos
Caen los grilletes esclavos y traidores por el acantilado
no sabéis qué gentío hay allí abajo, no sabéis...
lo perdidos que están
lo que darían por agarrarse a un clavo ardiendo
y lo que yo me dejé engañar por el hábito
lo caro que pagué lo que dice la gente cada día
para engañar su propia historia

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