sábado, 6 de febrero de 2016

El viaje - Rostro y luz

Nombramos con soberbia en nombre del amor
cuando el amor viene a nombrarnos
y aun sin amor -aunque no sepa yo de eso-
nos permitimos nombrar todas las causas por miedo
a la incertidumbre
En esta época
somos aún un mono confuso
que necesita que lo blanco sea blanco
y lo negro sea negro
que necesita por todos los medios dominar el dolor en que se sume
porque ha olvidado los nombres naturales, el movimiento
y nombrar para vivir su poder propio
Le ha agarrado el consenso de los monos
todo es batalla por salvarse de y justificar la cultura
todo es esa contradicción
engañar al vacío natural que desconoce
dar esquinazo al miedo y al dolor que siente por ello

Seguimos atando los cabos y agarrando los clavos ardiendo
seguimos cayendo en la trampa

Este sombrero es una sobrevida
intentos de salvación por miedo a sentir el desamparo
intentos de culpar a otros monos por esa pérdida
que nos negamos a mirar y asumir en nosotros
delegar nuestro poder de individuo en nuestro entorno
-lo global nos distrae de nuestras vidas
¿será algo más que un "globo" de aire en cuanto a efectos de acción?-

Los nombres no designan, no funcionan
porque no son naturales
tu vida tampoco, pretendes
que esto sea circunstancial
la historia no se reconoce, no aprendemos
de lo que cae por el camino
y somos nosotros lo que cae. Tal vez
crees que hablando en común nos entendemos
cuando ha perdido su valor natural el nombre
cuando designa que no hay significado personal que cuente
-somos poder desposeído entre las manos
la esclavitud de aquello que aún nos queda hoy por hoy
¿Por qué estáis, pues, tan contentos de nada
por qué se os llena la boca de vacíos
y seguís sonriendo sin fuerza alguna en vuestra voz y en vuestros brazos?-

Pragmatismo o ensueño
¿a qué has renunciado? Esto, en sí
es ya renuncia, es
el espacio de aire que te queda
para el siguiente intento, tal vez
renuncies al recurso de salvarte y decidas vivir
tu alma única, tal vez
recuerdes...

Incertidumbre o certeza, misma cara
¿dónde está la lucidez, dónde
la acción que te define 
y no te esconde ya tu propia mano?

¿Habrá un perdón por haber sido tan cobardes...?
¿descenderá a este mundo la inteligencia?

¡Naturaleza! ¡nombre! ¿por qué me huyes así?
¿dónde podré reconocer tu rostro vivo?

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