lunes, 13 de octubre de 2014

No quería decir nada, pero al final reviento. Será la luna llena. No se habla de otra cosa. El Ébola. Y hoy, Escalibur. No queda duda de que los medios de manipulación masiva hacen perfectamente bien su trabajo. A parte de las mil y una bromas que he soportado hoy, en mi opinión frívolas y totalmente fuera de lugar. A parte de los miles de comentarios de todo tipo en todas partes y a todas horas que vengo escuchando, leyendo y viendo en los muros de mis contactos estos tres días. A parte de la alarma desproporcionada, ahora, que en "teoría o práctica" nos toca de cerca. La búsqueda de culpables y las mil opiniones que nos creamos sobre diferentes matices del asunto; hoy he leído emociones. Muchas. 
Rabia, tristeza, impotencia, un sin fin de comentarios, de diversas personas, pero cargadas de emociones todas ellas. Y una última, la sorpresa. Es esta emoción y no otra, la que me ha llevado a redactar esto. Sorpresa y estupefacción. Amig@s y conocid@s expresando de un modo u otro su sorpresa ante el sacrificio de el perro. 
Pues bien, ¿De verdad os sorprende tanto que sean capaces de matar a ese animal y que no tenga ningún valor? ¿En serio pensáis que que la vida de un perro tiene alguna importancia en todo este asunto? ¿Acaso la tiene la de los enfermos en África? Podemos quedarnos en la superficie, de hecho es lo que se espera de tod@s nosotr@s, o peor aún, en el mero cotilleo sin entender nada o en la simple anécdota que pasará de moda una vez cumplido el objetivo, pero espero de corazón que toda la sorpresa, rabia, ira y tristeza se conviertan en algo más que eso. Espero de corazón, y porque soy soñadora e incansablemente idealista, que transcienda y despierte a cada un@ en la medida de lo posible, porque si nos quedamos en insultar a Ana Mato, en compartir cartas de médicos, enfermeros, en creer ciegamente lo que digan las noticias, en la simple indignación de cortinas de humo, ocurrirá como siempre, lo que se espera que ocurra. ¿Acaso importó volar las torres gemelas? ¿Cuánta gente murió en ellas, y fuera de ellas tras el impacto de semejante acontecimiento? Pues imaginad un perro. ¿Acaso todo esto no viene dado por la aplicación de una vacuna experimental contra el "Ébola", como siempre en África, que de hecho infectaría del virus a los pacientes? ¿Acaso no llevan años y años las grandes farmacéuticas causando estragos a estos niveles, y a más? ¿O la industria armamentística? ¿A cuántas personas asesina diariamente la ambición? Pues imaginaos lo que vale en este juego, la vida de un simple perro. Bienvenid@s, la vida de un animal no vale nada, como no valen las de las personas. Una vez superada la sorpresa, podemos hacer algo, como mínimo, informarnos de donde está realmente el "poder" que mueve los hilos que a su vez deciden como mover los nuestros, o podemos no hacer nada y seguir culpando a "El país de paletos", "La perra de la ministra", "El cura repatriado" y toda la madre que los parió. Podemos ver cómo coño nos organizamos entre tod@s para que este tipo de cosas que ocurren, como poco salgan a la luz, y cómo hacemos desde la ignorancia para impedirles el poder matarnos gratis y sin que nos enteremos por un buen fajo de billetes, que los que seguimos viv@s les proporcionamos a sus beneficios. Siembran el pánico y lo consiguen. Consiguen que apoyemos guerras, que mi vecino sea terrorista y que normalice y hable de todo por muy grave que sea como si nada, desconociendo que, lo que viene detrás, es un millón de veces más terrorífico. Apaguemos las televisiones, dejemos a un lado la puta prensa, pensemos, compartamos y construyamos alternativas a través de la acción, dejemos de ser tan crédulos porque de su lado ya está todo el pescao vendido. Las farmacéuticas matan gente, los gobiernos matan gente, las personas matan personas. Información y educación, única esperanza de cambio posible generación tras generación para algo tan atroz a veces como es el ser humano. Pero las personas también aman a las personas, la unión de según que fuerzas son determinantes para según qué cosas. Hay mucho que hacer, demasiados frentes abiertos, por lo que la tirita humana va a tener que ser enorme, pero desde luego va a tener que ser sólo una y más vale que este bien unida. En la naturaleza y en nosotr@s mism@s está todo lo que necesitamos, o al menos hasta que logremos desprendernos de una vez por todas de todo lo que no, ya que es lo que nos mantiene divididos y a ellos con el poder. Así de simple, y así de complicado. Buenas noches y feliz luna llena, la misma para tod@s...

Ana Bragado

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