lunes, 15 de diciembre de 2014

Jeff Buckley - Hallelujah




Hace un par de días,
me levanté, en Australia,
y ví caer la bomba.
Y me entristeció
saber que el gobierno francés
esté del lado de esos idiotas
que insisten en sentenciar
a muerte a este planeta.
Ésta canción es para todos aquellos
que creen que el único lugar
donde deben estar las bombas,
es desmanteladas en la basura.
Ésta es para Leonard, dondequiera que esté.
Ésta es para Nina Simone.

He oído que existe un acorde secreto
que David solía tocar, y que agradaba al Señor.
Pero tú realmente no le das mucha importancia a la música, ¿verdad?
Era algo así como la cuarta, la quinta
cae la menor y sube la mayor.
El rey, confundido, componiendo un aleluya.
Aleluya…

Bueno, tu fé era fuerte,
pero necesitabas una prueba.
La viste bañarse en el tejado.
Su belleja, y el brillo de la luna, te superaron.
Te ató a la silla de su cocina.
Rompió tu trono, y cortó tu pelo.
Y de tus labios arrancó un aleluya.

Aleluya…

Cariño ya he estado aquí antes.
He visto ésta habitación y he caminado sobre éste suelo.
Solía vivir solo antes de conocerte.
He visto tu bandera sobre el arco de mármol,
pero el amor no es una marcha victoriosa.
Es un frío y roto aleluya.

Aleluya…

Bueno, hubo un tiempo en que me dejabas saber
que era lo que realmente sucedía allá abajo.
Pero ahora nunca me lo enseñas.
Pero recuerda cuando me uní a ti,
cuando la paloma blanca volaba también,
y cuando cada suspiro que dibujábamos era un aleluya.

Aleluya…

Bueno, quizá haya un dios allá arriba.
Pero todo lo que he aprendido sobre el amor
fue cómo dispararle a alguien que ha desenfundado más rápido.
No es un lamento que oigas por la noche.
No es nadie que haya visto la luz.
Es un frio y roto aleluya.

Aleluya…



Traducción de la canción original de Leonard Cohen


He oído que existe un acorde secreto
que David solía tocar, y que agradaba al Señor.
Pero tú realmente
no le das mucha importancia a la música, ¿verdad?
Era algo así como
la cuarta, la quinta
cae la menor y sube la mayor.
El rey, confundido, componiendo un aleluya.

Aleluya…

Tu fé era fuerte, pero necesitabas una prueba.
La viste bañarse en el tejado.
Su belleza, y el brillo de la luna, te superaron.
Te ató a la silla
de su cocina.
Rompió tu trono,
y cortó tu pelo.
Y de tus labios arrancó un aleluya.

Aleluya…

Dices que tomé su nombre en vano.
No conozco siquiera su nombre.
Pero si lo hice, bueno, realmente, ¿qué significa para tí?
Hay un resplandor de luz
en cada palabra.
No importa la que hayas oído.
La sagrada o la rota. Aleluya.

Aleluya…

Hice lo mejor posible, no fue mucho.
No podía sentir, así que intenté tocar.
Dije la verdad, no te tomé el pelo.
Y aún así todo salió mal.
Permaneceré ante la oración del Señor,
sin nada en mi lengua más que el aleluya.

Aleluya…

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