lunes, 1 de diciembre de 2014

TÚ, TU teléfono, y demás

Esto es un cúmulo, mosaico de toa la mierda, el ambientazo general. He de reconocer que me entristece profundamente. Cuando alguien me justifica algo de esto y constato que ponen más atención a su móvil que a la vida, me entristezco todavía más; no esa tristeza que te da ganas de llorar, sino esa tristeza de pensar que la vida ha sido convertida por estas personas en un cutrerío soporífero y que a ver quién se atreve a vivirla conmigo. Esa tristeza se parece demasiado a la muerte. Si alguien puede ayudarme y demostrarme que esto no es así, se lo agradecería. Se agradecerán prácticas y no demostraciones meramente racionales, me dan grima.



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