sábado, 1 de junio de 2013

Dionisos

Maté a un único Dios falso
dejé entrar todas las deidades naturales
relumbran de belleza en aquellos ojos
que no obedecen
y que se guían a sí mismos al grito
"si no son ellos tan capaces y tan bellos
como nosotros
¡eliminémoslos!"

Nadie parece comprender el misterio
lo que los dioses nos son y significan
así veneran una palabra como dogma
o sus imágenes fijas de incoherencia

Yo continúo mirando al trigre
la hermosa criatura que ha mudado toda la piel
desde la calma y junto al hierro originario

Fúndase pues el metal
¡que láncensé los honores de la sangre caliente!
sea esta pues la perfecta maquinaria
de nuestros cuerpos arquetípicos
dejemos de susurrar
escuchemos:
claman
sus gritos desde el fondo de la tierra

Así que, tú, concédeme una última gloria:

concédeme la libertad

y si no me escuchas

vete
al infierno






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