jueves, 30 de mayo de 2013

Desde aquel fondo de la tumba, ella que habla

Hay una niña que habla
lo que tu alma no puede contarme
existe
una niña
y es esa niña tan similar a ti
que hasta parece que tú la hayas dado la vida
que un día
haya salido natural de tus manos
amor
no reparas en que guardo este dulce habla
que no nos deja la vida emborracharnos
en la delicia del quejido casi silente
no reparas
y tengo miedo
tan solo
de echar mis días junto a ti en esta balsa tan errante
arrepentirme de andarme esforzando tanto
para que me compruebes
para que tú me nombres
para que tú me sueñes todavía
¡amarte!
hasta el principio
yo tengo miedo de que ese día
cuando la gran pasión rompa la cáscara
me pille demasiado lejos de ti
y tengo miedo
qué miedo tengo
el miedo de que ni gracias ni perdón
y ni tus manos encuentren el resto de los sentidos
o ni yo misma pueda encontrarte
en un abismo negro sin habla
sin fe
en el que dos desconocidos se escuchan
es tan lento el lenguaje... tan torpe es...
y ando buscando las formas primordiales
para comunicarte las coordenadas
que antaño tú me grabaras en este pecho

Ahora ella habla
ella habla
ella
ella
pero
¡habla!
¡ella!
ella, que habla

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