La palabra

Para llegar a nuestros cuerpos arquetípicos

preveo la alineación de nuestras mentes

complejas, infernales, poderosas como montaña

o secundarias carreteras a prueba de cientìfica prueba

Para llegar tan solo a uno de los tonos

con que él me imaginara dichosa y relumbrante

yo me extravié en mis alas raras sin visión

y se concentran como enorme venda

ante mis ojos oprimidos en el ansia de sus luces

Para llegar ante nosotros mayestáticos

han de calzarse sendos sesos humanísticos

hacia visiones en pétreo superlativo

sandalias de un coloso que no habla

 elaborares de un hacer caótico

en tempestades de descuido irrefrenable

Pero una honda, una potente voz de niña

pero un amante saludo sin disculpa

sin adiós, sin advertencia

Pero una sola palabra tras mi búsqueda ruín

desde este monstruo humano refrenado

en cuyo anverso es la su luz