sábado, 11 de mayo de 2013

El tiempo

No es tiempo
de los frutos ni de las luces
de los estrenos apasionados y esplendorosos
de las temáticas desnudas aún ataviadas
de misteriosas sombras para desvelamientos
de aquel desplome sacrificado por el derrumbe
no es tiempo
haberlo visto, aproximarse
a la visión del tedio y de la carne
intermitencia
saber
que el encabalgamiento salvará la prosa
que de la poesía hay un desgarro a tientas
-no conocer de un solo ojo-
de amarse en sangre
no es tiempo
del rojo
ni de Laluz con rúbrica
no es tiempo
del amoroso habla

del tiempo
y de su centro indecisivo

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