sábado, 25 de mayo de 2013

Las perlas

Demasiada sangre
el esperpento urbano que rechaza
la más intensa e impermeable totalidad
acto de fe del más ámplio Sur posible
así cercándose desde mí misma

Supimos de nuestro Norte
mas no quisiéramos orientarnos ahora
llamamos a las aguas torrenciales
desde este simple y complejísimo corazón animal
-ah enloquecida brújula del Sur de canícula-

Yo
una dama siempre exenta de frivolidades
convencida de la locura y de su opuesto
la luz

Yo
engarzando como perlas los dolorosos fragmentos
de tus nefastas desaproximaciones

Yo
una dama
negra
una dama
blanca

Sí, yo
el Sol
enajenado entrenamiento
de la incesancia

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