Guardo el peso de la vida
en te ra
en mí
furor de cientos de cadenas
ladrándose
por el inicio de los tiempos
de tal manera que me engraso cada día
con tal de ir a por el sandwich
más sabroso
He atesorado una montaña
y una orquesta
yo renací de las cenizas
de los dioses
dislocándose
-Laocoonte esencial
y privilegio del Everest-
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