lunes, 15 de junio de 2015

El mapa del tesoro

Conecto todos los temas que llevamos tratados en el curso con esta lectura. Para mí se trata de un tema que veo básico en el coaching ontológico, ser consciente de la propia vida.

El tema desde el que yo conecto en este momento son emociones y estados de ánimo. 

La llamada para mí es aceptar lo que se está sintiendo, conectar con el dolor propio y que sea posible esta conexión fluida con las emociones. Si aceptamos la llamada, estamos eligiendo el alma en vez de el ego; estamos aceptando vivir desde el amor y no desde la huida del dolor. Si ignoramos o tratamos de silenciar la llamada, el alma llevará el disfraz del ego. Podemos ser capaces de volver a la esencia, de empezar a vivir desde ella, de escucharnos a nosotros mismos. Ver y querer, no se trata de otra cosa.

Cuando cruzamos el umbral ya hemos salido de la zona de confort, de la zona conocida, por lo tanto se hace necesario haber gestionado el miedo, en parte ha de haber una renuncia al ego, a los esquemas basados en mi autoimagen social. Hay que enfrentarse a una pérdida de identidad, hay que haber confrontado con uno mismo. Es un alejamiento de la autocomplacencia. Ha tenido que implicar un sí a un camino arriesgado y varios noes a caminos que nos alejan de nuestra esencia.

Cuando la batalla con la sombra hace su aparición se hace necesario ver a ese demonio, que puede presentarse de muchas maneras diferentes en la vida. Es necesario relativizar nuestras creencias porque este encuentro con nuestro demonio no será ni bueno ni malo. Una vez más nuestras certezas serán desafiadas y nuestros juicios estarán presentes con todo su peso. ¿Seremos capaces de soltar y dejar que fluyan nuestras opiniones, lo que anteriormente consideramos nuestras más íntimas certezas, la base de nuestra vieja identidad? Lo que es seguro es que alguna vivencia llegará para destruirlas tal y como existían antes o bien el miedo hará su aparición. Se hace necesario estar en paz con uno mismo, con el camino ya recorrido, reconciliarse para poder ser capaces de seguir adelante o bien permanecer alejado de la paz pero mirando hacia atrás o sin avance. En el final de esta etapa termina la lucha interna.

Tras esta lucha, comienza para mí lo que le da sentido a las posibilidades de la propia vida. Es el sentido de apertura del coaching, es la tan anhelada coherencia del ser interno. Desde aquí podemos prepararnos para llevar a cabo nuestro propio proyecto de vida, puesto que ya somos capaces de observar el camino que tenemos por delante, sin interferencias y sin negar nuestras infinitas posibilidades y los recursos con los que contamos.

Siento que en las tres últimas etapas está nuestro sentido natural de vida, el brillo, el esplendor de nuestra existencia aún por descubrir.


¿Alguien se atreve a destapar ya el mapa del tesoro? ¿Alguien se imaginaba un viaje hacia y desde dentro?



Reflexión para un curso que estoy realizando acerca del libro "El viaje del héroe", de Guilligan y Dilts.
(Podéis descargarlo en la entrada del presente blog "Cada vida es un viaje del héroe")

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