jueves, 7 de enero de 2016

El viaje - El fantasma de la felicidad pasada

Mi más sentido pésame
la felicidad celeste tuvo una vez más su fin
se ve que nos importó una mierda
en el momento en que la estábamos viviendo
será que ya la hemos humillado otra vez
y ya queríamos tan solo pillar el finiquito
o soñar con una especie de baja permanente
en que vivir de las rentas
tal vez creímos que las cosas nos las regalan
y nada hemos de hacer
vivimos como viejos
Así fue siempre, seamos honestos
volvemos siempre a nuestro estado habitual
donde no hay paz ni ambición
volvemos a buscar lo que olvidamos
pero la vida ya ha recibido un mensaje falso
y nos creímos que era el verdadero
La mayor tragedia es cotidiana, leve y sutil
es sibilina, reincidente y evita las paredes
nos creemos muy fuertes para volver al mismo rincón
o aparecer fulgurantes en la fiesta
Da igual la manera en que lo expliques
llegado el momento en que aceptamos sobrevivir en la pared
la dignidad desaparece
y nos negamos a asumir nuestra pérdida

Lo sé porque aprendí a andar sin gatear
como me confesó mi madre
La felicidad es mi pecho fiero
traspaso todos los muros o ellos abandonan

Que vuelvan a buscarme
aún no me ha quedado claro si venías
a por pared o a por lo que te mereces
en ambos casos no será agradable
pues has echado a perder la cosecha

¿de veras sigues esperando al futuro?
¿sí...?
De tanto dar a la felicicidad esquinazo, la esquinita
se convierte en rincón
Es una lástima
a veces solo existe lo que a uno le queda entre las manos
a veces la ceguera se pasa de ceguera
y solo vemos engañosos resplandores
ese último resquicio antes de la nada
donde ya no hay más salida que aceptar el hundimiento
donde sabremos que huir ya no servirá

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