jueves, 7 de enero de 2016

El viaje - El miedo

Oscuro
el miedo, Lázaro
y vas a levantarte un día más
por tu pasión de seguir adelante
No te olvides de cerrar las puertas, a veces
se ve...

Gracias...
yo también estuve desnuda
y no me alimentaba
y no podía seguir
nos olvidábamos...
Gracias por tu egoísmo indiferente a lo que sufre por la feliz libertad
por una innecesaria lástima que me dio asco y unas ganas homicidas
por todo lo que matamos en nosotros para vivir
Oscuro, Lázaro

Yo afirmo lo que tú niegas
yo evidencio las medias verdades
y las medias mentiras
clarificando todo lo voluble ante una puerta que va a cerrarse
yo me gano las hostias a mansalva y no creo en la salvación
yo no tengo perdón, Lázaro
porque no hay nadie que pueda perdonarme esta ofensa de hacer ver lo evidente
bajo la aparentemente alegre apariencia de alegría que está arriba
y la inmensa tristeza inabarcable que está abajo
que no sabe todavía de qué escapa
hacia dónde huir ya
Ya puedes irte, ha de ser un malentendido, es...
extraño, yo jamás te retuve, vine
por otra causa...
Oscuro, Lázaro

Es al revés ahora
al revés que al principio, la luz
me alumbra de más

¿Sabías tú que la belleza es tan constante que no podemos percibirla?
tiene que estar a media luz
Me has enseñado que la vida es imprecisa
-es al contrario de nuestras grandes frases acabadas...
que nos permiten embalsamar la miseria-
y que la sombra será clara porque vive opacando las luces
-nadie sabe nada de nadie-
Oscuro...

Yo solo soy la poeta y nadie me cree
y ese es el interés de todo esto
¿quién puede estar seguro del error o la certeza?
pues la evidencia se muestra inacabada, sutil y circular
habla constante en su lenguaje claroscuro
y es fácil de silenciar
mas no por ello resulta menos claro
que nos pasó inadvertida

-OSCURO-





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