domingo, 31 de enero de 2016

El viaje - Las pruebas de los hechos (La certeza)




"Cuando la filosofía pinta el claroscuro, ya un aspecto de la vida ha envejecido y en la penumbra no se le puede rejuvenecer, sino sólo reconocer: la lechuza de Minerva* inicia su vuelo al atardecer."

G. W. F. Hegel




Esta vez, agente
he separado la cara del espejo
Además de la sangre, al fin observo desfigurado mi rostro
-usted no sabe... la distorsión, los cabezazos...-. Es todo un espectáculo
No me hice la pregunta sobre el origen del mal -¿usted la hizo?-
yo pregunté la pregunta hipótesis: si hay muchas guindas y las comemos todo el tiempo, ¿se pueden ver los pasteles debajo?
¿las guindas nos empachan? -tampoco era por ahí-
Usted no se hizo ninguna pregunta; tan solo respondió lo normal, lo verosímil para casos generales
respondió lo que había visto antes de la manera en que lo había visto antes
no fue usted al caso
respondió para tener los cabos atados -se ve que no puede usted con la apertura-

Amigo mío, la vida no funciona según nuestras hipótesis generales
no es de recibo esperar que se den en cada caso particular
es de mala educación incluso
Amigo... ¿cuál es el sentido de la acción de las gentes y qué les hace dejar de actuar?
No me haré el misterioso, querido amigo... la razón de dejar de actuar suele ser esperar las acciones de otro para hacerlo
y no ver lo que quiere uno mismo
Todo esto lleva a la resignación pasiva, amigo, por eso
trató usted de responder a toda costa y en seguida
era una situación incómoda para usted, bien lo comprendo
En honor de la verdad, usted sabe que no es excusa
permítame decirle: los guantes blancos que lleva puestos
no le permiten ver las manos negras

Amigo mío... esto tiene sentido para mí, tal vez... -y me queda una duda razonable-
¿tiene sentido para usted?

Usted esperaba resolver el caso y yo esperaba la decisión de usted para hacerlo
me preguntaba por qué no se movía usted, pero yo...
¿por qué no me movía yo? ¿qué es exactamente lo que quería yo?
Discúlpeme, pues le hice un flaco favor con esto, usted
ya había dado por resuelto el caso y yo no sabía
yo resolvía el caso por cuenta propia: confieso que le oculté información
nuestros malentendidos hicieron mella en la transparencia
-¿no es cierto que no fuimos del todo confiables ni honestos...?-

Como siempre, le dejo la respuesta en sus manos -y también la pregunta, si sabe ver-

Agente, como ve nos han retirado del caso, estamos despedidos
no tengo más pruebas que presentar porque son tan invisibles como evidentes
mi mala reputación ante el cuerpo no me avala y usted lo sabe
-¡santo cielo! Entiéndame bien, ¡fui visto conversando con un tronco!-
mas aún decido tomarme la justicia por mi mano porque, si usted recuerda
soy un agente que cree en resolver el misterio oculto de los casos en vez de cerrarlos con una explicación aparente
-se bien cuándo un caso no está resuelto, y créame, yo tengo olfato para estas cosas...-

Agente, en honor de la verdad y la ética de este oficio
ojalá que usted encuentre más pruebas y decida ser honesto al respecto de las hipótesis
las mías están todas en el lugar del crimen y en los testigos que presenciaron los hechos o tengan datos
-sigo usando con consistencia mi grabadora-
e incluso en mis sueños si han de guiarme hacia algo tangible
Yo no soy un especulador ni me guío por cómodas impresiones propias que puedan resultar verosímiles al sentido común
respecto a casos generales -espero lo comprenda usted-
puede que me hayan retirado del cuerpo, a mí por mis métodos no ortodoxos y la apertura al misterio
a usted por no lograr resolver el caso y confundirse de culpable
-también le pido, por favor, que haga usted por que salga de la cárcel
sé bien que esa persona es inocente mientras no se demuestre lo contrario, sé
que las pruebas que se imputan no son concluyentes
Si insiste usted en que esa sea la versión oficial, no cuente conmigo-
sin embargo, no voy a apartarme sin conocer la verdad, por mucho
que ahora no tenga licencia
-sabe usted cuánto amo la ciencia y la filosofía
y cuánto me debo a mi profesión, sepa bien, usted me conoce...
en esto no puedo fallarme a mí mismo-

Esta noche soñé algo, ya sabe usted que mis sueños después
resultan ser reveladores. Le cuento, fue tan solo un mensaje
Ya clareaba el día y una lechuza blanca, me hablo:

"La noche es más oscura antes del amanecer" -dijo-

Entonces, sin más ni más
y pareciendo que sonreía, remontó el vuelo

Vaya... ¿comprende usted por qué no veía mi rostro sangrando ante el espejo?
¿comprende usted por qué no veía nada o bien lo vi todo borroso y distorsionado?
Estoy tras de esta pista
si usted supiera algo, le ruego me lo venga a comunicar
puede ser esencial para el caso
Y, por favor, saque a ese falso culpable de la cárcel
sabe usted bien que no hubo pruebas concluyentes contra él

Acéptelo: el caso
no está resuelto, no quiera saber cómo: es un hecho
no tiene pruebas fehacientes
Lo sabe usted... no afirme más lo que no es cierto, lo que no sabe
Y créame, las pistas solo apuntan y las pruebas, hablan
¿por qué razón no las deja usted hablar? ¿no se da usted cuenta? ¿no lo ve usted?

Esta es toda certeza, amigo mío, en esta vida
nada más sabemos



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* Minerva es la deidad romana de la sabiduría -Atenea para los griegos-; la lechuza es uno de sus atributos en las representaciones de la diosa.

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